Hay muchas Vidas que pueden resumirse en pocas líneas, nacimiento, muerte y algún acontecimiento más...
La Vida de mi abuelo no es una de ellas.
Y yo, demasiado cansado de mis errores recurrentes y mis mediocridades, como ser humano, como padre, como pareja, cansado también de la ignorancia y la mediocridad de otras personas que creen ser buenos padres, buenas personas, buenas parejas, no puedo resumir la trayectoria de mi abuelo, como persona, como ser humano íntegro y consecuente con sus ideas. No tengo siquiera el valor de intentar hacerlo.
Mi abuelo, el viejo sol alrededor del cual orbitaba el sistema solar que es mi familia, hoy se apagó.
Mi familia grande, hermosa, llena de errores y llena de aciertos y afectos y abrazos honestos y sentidos, mi familia llena de política, de ideales humanos y de actitudes de verdadera preocupación por los demás.
Estoy orgulloso de mi familia, que nació con mi abuelo, con el padre de mi padre.
Estoy orgulloso de llevar el mismo apellido que ellos, porque nuestro apellido guarda la historia de sus luchas y sus constancias y del actuar en consecuencia con las ideas.
Orgulloso de mi abuelo, del que no puedo resumir en pocas líneas toda su Vida de batallas, victorias y derrotas y su continuo avanzar y su constante mirar hacia adelante, pese a todo y porque todo.
Muy orgulloso de vos, abuelo, de ser tu nieto, el hijo de tu hijo...
Siempre te vamos a amar.
Siempre te voy amar.
Tu nieto,
Federico.-
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Actualizado - Notas sobre mi abuelo -
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- La Quinta Pata: Falleció Juan Palavecino, viejo luchador social
De Ahí Soy Yo...
Porque hoy estoy cansado y algo... desahusiado... Por muchas razones, la canción de Bersuit Vergarabat, me llena de una tristeza indiscutible, real y muy conocida... A veces, no hay nada que hacer, más que tragar y seguir, supongo... De Avellaneda, de Buenos Aires, de un montón de lugares ocuros y vacíos y comúnes, de soledades y esperas, de ahí soy yo...
De Ahí Soy Yo
Todo lo que entra desde afuera es mal olor,
y se me pega en mi interior,
que es pozo ciego por abrir.
Y no hay manera, con mi alma asordinada,
como una enorme corneta,
tapiada por los mocos,
y las flemas que se inflaman,
y las flores que se queman,
en esta enorme colmena,
de abejas que fabrican más problemas,
intestinos,
y la miel se hace diarrea,
y es un culo mi destino,
y por la boca solo espero,
una inmensa verborrea, evacuando el ser,
verborrea, vertiéndose...
Y cualquiera que pregunte adónde vivo,
imaginen que Argentina sea el culo de la tierra,
y que ese culo, tenga un culo,
y Buenos Aires sea una nalga,
y la otra nalga,
la hermana, Montevideana.
Y el esfínter mismo de ese inmenso culo
reciba toda la mierda,
ríos de mierda,
empresas "generosas" cultivando miseria,
regando con gangrena,
y mis venas se envenenan.
Asesinos silenciosos,
diseñando el paisaje radioactivo,
una mierda.
La ciudad de Avellaneda,
todo el mundo la recuerda
por su fuerte olor a mierda.
De ahí soy yo, otra mierda,
ese soy yo, esa es mi tierra...
No hay nada, más antiecológico,
que un infeliz, que un infeliz...
Un infeliz, es fabricante, traficante,
portador, vendedor, de toneladas de dolor.
Una verdadera usina,
una raquítica orquídea parasita
que chupa luz, que chupa vida.
No tiene amores, y se constipa,
de grotescos fracasos, y avanza ciego,
y se embeleza por ser parte de una vez,
de esta maldita mierda, qué
orgullo de mierda, soberbia de mierda,
proyecto de mierda, el futuro que me espera,
sensaciones de mierda.
Poesía burda, mierda muerta, mierda tuya,
mierda de ellos, mierda mía,
mierda nuestra, nuestra mierda.
Inconsciencia de mierda,
psicópatas de mierda,
así es mi mierda querida, mía,
bien de adentro, profunda, humana,
penosas almas enfermas,
mal heridas, de ahí soy yo...
No hay nada, más antiecológico,
que un infeliz, que un infeliz...
Y construiremos, una enorme papelera,
para limpiarnos la boca,
para limpiarnos el orto...
Construiremos, una enorme papelera,
para limpiarnos la boca (sí),
para limpiarnos el orto...
De Ahí Soy Yo
Todo lo que entra desde afuera es mal olor,
y se me pega en mi interior,
que es pozo ciego por abrir.
Y no hay manera, con mi alma asordinada,
como una enorme corneta,
tapiada por los mocos,
y las flemas que se inflaman,
y las flores que se queman,
en esta enorme colmena,
de abejas que fabrican más problemas,
intestinos,
y la miel se hace diarrea,
y es un culo mi destino,
y por la boca solo espero,
una inmensa verborrea, evacuando el ser,
verborrea, vertiéndose...
Y cualquiera que pregunte adónde vivo,
imaginen que Argentina sea el culo de la tierra,
y que ese culo, tenga un culo,
y Buenos Aires sea una nalga,
y la otra nalga,
la hermana, Montevideana.
Y el esfínter mismo de ese inmenso culo
reciba toda la mierda,
ríos de mierda,
empresas "generosas" cultivando miseria,
regando con gangrena,
y mis venas se envenenan.
Asesinos silenciosos,
diseñando el paisaje radioactivo,
una mierda.
La ciudad de Avellaneda,
todo el mundo la recuerda
por su fuerte olor a mierda.
De ahí soy yo, otra mierda,
ese soy yo, esa es mi tierra...
No hay nada, más antiecológico,
que un infeliz, que un infeliz...
Un infeliz, es fabricante, traficante,
portador, vendedor, de toneladas de dolor.
Una verdadera usina,
una raquítica orquídea parasita
que chupa luz, que chupa vida.
No tiene amores, y se constipa,
de grotescos fracasos, y avanza ciego,
y se embeleza por ser parte de una vez,
de esta maldita mierda, qué
orgullo de mierda, soberbia de mierda,
proyecto de mierda, el futuro que me espera,
sensaciones de mierda.
Poesía burda, mierda muerta, mierda tuya,
mierda de ellos, mierda mía,
mierda nuestra, nuestra mierda.
Inconsciencia de mierda,
psicópatas de mierda,
así es mi mierda querida, mía,
bien de adentro, profunda, humana,
penosas almas enfermas,
mal heridas, de ahí soy yo...
No hay nada, más antiecológico,
que un infeliz, que un infeliz...
Y construiremos, una enorme papelera,
para limpiarnos la boca,
para limpiarnos el orto...
Construiremos, una enorme papelera,
para limpiarnos la boca (sí),
para limpiarnos el orto...
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