Leyendo en Barrapunto sobre una iniciativa de la FSF para promover el uso del formato de compresión de audio Ogg, campaña que en realidad comenzó hace un año, creo, me dispuse a intentar explicar qué es el formato OGG y por qué debería usarse por encima del MP3.
MP3 es el formato de compresión de audio más conocido y utilizado en el mundo. Funciona reduciendo la calidad original de un archivo de audio, en principio, quitando bits de las frecuencias “inaudibles” o imperceptibles para el oído humano. De la calidad del archivo dependerá finalmente el tamaño del mismo.
Ejemplo: una canción de 3 minutos (para el ejemplo es siempre la misma canción)
Comprimida a 320kbps, pesará unos 6,64Mb, es la calidad con menos pérdida, similar al sonido de un CD;
Comprimida a 192kbps, pesará unos 4,20Mb, es una calidad de sonido buena y la degeneración es aún imperceptible;
Comprimida a 128kbps, pesará unos 2,80Mb, es la calidad más comúnmente usada y, en mi opinión, no es tan buena.
Esto de la "calidad de sonido" dependerá también, de lo acostumbrado que esté el oído.
OGG es un formato contenedor multimedia, es decir que guarda información tanto de audio como de video. Funciona en forma similar al MP3, aunque tiene el doble de calidad de audio y genera archivos más livianos.
Ejemplo: con la misma canción de 3 minutos utilizada para la prueba de MP3
Comprimida a 320kbps, pesará unos 8,18Mb. La compresión a esta tasa prácticamante no se usa, estamos hablando de calidad de audio superior, en casi el doble a un MP3 a 320kbps;
Comprimida a 192kbps, pesará unos 4,43Mb. La calidad de audio es similar al de un archivo MP3 a 320kbps.
Comprimida a 128kbps, pesará unos 2,83Mb. Es la calidad más comúnmente usada y es similar al MP3 a 192kbps.
Actualmente, ambos formatos pueden reproducirse en prácticamente cualquier reproductor que soporte DirectShow (Windows Media Player, BSplayer, Winamp, etc.), con los codecs correspondientes.
De hecho, los archivos que escucho con el Winamp cuando uso Win2, son OGG, y si tienen el pluggin para mostrar lo que están escuchando, se pueden visualizar tanto en aMSN como MSN Messenger.
Diferencia 00:
Los archivos comprimidos en OGG tienen el doble de calidad que MP3, con, prácticamente el mismo tamaño.
En los países donde es legal el patentamiento de software, y son muchos, se verifica la segunda (y más importante) diferencia entre estos formatos.
MP3 es un formato desarrollado por Fraunhofer IIS, instituto que comprende la Fraunhofer-Gesellschaft, una organización alemana que agrupa institutos con distintas especializaciones. Esta organización, junto con Thompson SA (la multinacional detrás de General Electric, RCA y Technicolor) son los dueños de las patentes y licencias del MP3.
En esos países donde las patentes de software tienen validez, todos los programas (comerciales y/o gratuitos) y equipos que reproducen o comprimen el formato, deben pagar a los propietarios de esas patentes del MP3. Cada empresa y/o compañía que vende música comprimida en este formato, o desarrolla (de forma comercial y/o gratuita) tecnologías asociadas, debe pagar.
Microsoft Corporation, tuvo que pagar una multa de u$s1500,000,000 por violación de las patentes relacionadas al MP3, cuando creía estar en regla para desarrollar tecnologías aplicadas luego de haber pagado u$s16,000,000 por la adquisición de las licencias correspondientes.
Cuando la Fraunhofer IIS comenzó a enviar cartas documentos por violación de patentes a varios proyectos que desarrollaban tecnologías relacionadas al MP3, aparece la Fundación Xiph.org, desarrollando el formato OGG, libre de patentes y licencias.
El formato OGG está en el dominio público, por lo que cualquiera puede usar el formato para escribir software y desarrollar tecnologías asociadas sin tener que pagar.
Diferencia 01:
El formato MP3 es un formato patentado. Cualquiera (empresas y usuarios) que lo use es plausible de juicio.
El formato OGG es libre. Cualquiera (empresas y usuarios) pueden usarlo, desarrollar tecnologías (programas, reproductores) sin riesgos de violación de patentes, sin necesidad de pagar derechos o licencias.
A futuro, podría pasar que las empresas dueñas de las patentes del MP3, se les ocurriera no desarrollarlo más, o no vender licencias para su uso, lo que dejaría a muchos en una situación delicada en cuanto a la posibilidad de reproducir, comprimir - descomprimir y/o escuchar archivos en este formato. Claro, es una visión algo fatalista, pero con las empresas nunca se sabe.
La cuestión del uso extendido del MP3, estándar de facto como formato de compresión, tiene que ver con cuestiones económicas y, por ende, políticas.
No olvidemos que los dueños de las patentes de este formato son los mismos que de RCA, de General Electric y Technicolor.
El impacto cultural que generan el uso de este tipo de formatos patentados, es inmediato. Qué persona capacitada e imaginativa desarrollaría software basado en MP3 sabiendo que existe una alta probabilidad de “comerse” un juicio.
Pasa lo mismo que con el software propietario, que uno tiene prohibido compartirlo, estudiarlo o modificarlo.
Bueno, no es la clase de cultura que quiero para mi hija. No quiero que sea una persona egoísta, no quiero que esté obligada a delatar a sus pares por el uso de un programa (o un sistema operativo), ni que digan de ella que es una persona comparable con un criminal (Pirata) cuando la misma industria del software y multimedios, es la que empuja a la gente cada día a utilizar software y escuchar Cds "pirateados".
Está en cada quien elegir cómo quiere Vivir. Yo soy de los que creen que la libertad que tenemos debemos ejercitarla en todos los ámbitos de la Vida, especialmente en aquellos que nos definen como personas, como buenos seres humanos.
Fomentar el uso, y usar, tanto formatos patentados y cerrados como software propietario, no libre, no es bueno, genera en el tiempo reacciones culturales y/o políticas en conformidad con un sistema perverso que pone por encima del progreso humano, del conocimiento y de la evolución como personas de cada uno, los intereses económicos de unos pocos.
Ser cómplice sin saberlo, es aún peor.